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martes, noviembre 02, 2010

Rompiendo el ciclo de la pobreza (Pastor Javier Segovia---Iglesia Maranatha Ciudad Bolivar Venezuela)


Jeremías 31: 11 “Porque Jehová redimió a Jacob, lo redimió de mano del más fuerte que él”. Mientras tu estas en pobreza, no te llamas Israel sino Jacob, ya que Jacob es el tipo de creyente que es tacaño, tracalero, egoísta y mentiroso.
 Cuando tú obedezcas la voz de Dios y no la voz de tu yo, que te dice que no des ni compartas lo tuyo con nadie, entonces ya no tendrás un ciclo de pobreza sino un ciclo de prosperidad.
 El señor para prosperarnos y bendecirnos, primero tiene que romper el  ciclo de pobreza en nuestra vida, Dios tiene que intervenir en la actitud de tu corazón frente a esa área.

El evangelio básicamente consiste en dar, y va mas allá, el ciclo de la pobreza se rompe cuando tú empiezas el ciclo del “DAR” en todos los sentidos y en todas las áreas.
 Vemos que el amor que Dios sintió por el mundo lo llevo a dar a su único Hijo, enseñando que para tu salir de la pobreza tienes quedar “tu único”.

El dar es algo que nace del corazón de Dios, no es una voluntad humana, sino algo sobrenatural.
 La naturaleza humana es egoísta, por ende no le gusta dar, pero cuando se propone a dar, siempre quiere dar lo que le sobra, lo que no le sirve o lo que no ama.

Si quieres saber cuan espiritual tú eres, debes evaluar  la manera en que le das a Dios y a tu prójimo.

Dios es dador y como tal, El espera que nosotros seamos dadores, lo primero que debemos hacer para romper el ciclo de la pobreza, es el pagar nuestros diezmos y ofrendas a Dios, sin este paso todo lo que podríamos hacer no funcionara, ya que esta es la base primordial.

El Señor estableció muchos mecanismos para que tú no seas pobre, luego que tú cumples con tus diezmos y ofrendas, Dios da otros principios que rompen el ciclo de tu pobreza;
- El que da al pobre no tendrá pobreza. (Pr. 28:27), una cosa es el dar y otra es echar, la recompensa está, es en que tú veas al pobre como una persona necesitada y no como un miserable que quiere tu limosna.

- Dad y se os dará, medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo. (Lc. 6:38). Cada persona tiene una medida para dar, como tu des te será dado. El Señor fue claro al referirse al dar, tiene que ser buena tú  ofrenda, no dando lo que te sobra,  sino lo mejor.
 Esto no es algo matemático, yo no estoy tratando de manipular tus emociones para que tu comiences hacer algo, cuando yo estoy totalmente convencido que es el Espíritu Santo que  lo va hacer en ti en su debido tiempo.
Todos tenemos una medida para dar hoy, y en el mañana irás aumentando, dependiendo de tu corazón y del trato del Espíritu Santo contigo, en la medida que tu comunión y tu obediencia crezcan hacia Dios, mayor será la bendición y mayor la plenitud del dar.
 Y todo esto ocurre es en el caminar con Dios, no es con escuchar  una predica una sola vez para poder practicarla, tampoco es en un día sino en una vida de comunión diariamente.
A mi particularmente el dar a la medida que tengo me tardo años, el Espíritu Santo tuvo que trabajar conmigo para que yo aprendiera a vivir de estos principios. Muchos años tardé para enseñar esto, porque no puedo predicar lo que no vivo, ni puedo impartir lo que el Espíritu Santo no me ha dado. 

Hay quienes reparten y le es añadido mas, y hay quienes retienen más de lo que es justo, pero vienen a pobreza  (Pr. 11:24). La llave para romper el ciclo de la pobreza es dar, es repartir, es compartir, pero cuando usted se niega a esto principios, entonces viene la   pobreza.
 No puedes retener más de lo justo, no digas al que te pide ven mañana y te daré, cuando tienes en tu poder con que bendecirle en ese momento, Cuando alguien viene a ti necesitando no se lo niegues, porque por esto acarreas pobreza.

-El alma generosa será prosperada, y el que saciare, el también será saciado. (Pr. 12:25) Asegura tu mañana, porque tú no sabes lo que pasara en el futuro, si sacias hoy, serás saciado en tu mañana.

La gracia de Dios se revela en que estando tú en una profunda pobreza, tú actúes tomando esa pobreza y convirtiéndola en riqueza.
 Eso en que tu confías y te tiene esclavo y estrecho, debes usarlo para revertir ese ciclo, sacrificándoselo al Señor, para que te sea añadido mas.
 Es de acuerdo a lo que tú tienes, que Dios lo usa para abrir el ciclo del dar y de recibir.
 Tienes que ser libre cuando des, yo no sé cuánto tiempo el Espíritu Santo se va a tomar para que esta palabra haga un efecto poderoso en tu vida, solo sé que hoy comienza el Señor a tratar con tu corazón, porque Dios no auspicia pobreza, para eso El dejo todos los principios del reino en la biblia, para que seamos prosperados.
 Pero te aconsejo que hagas todo con la dirección de Dios y prepara tu corazón para recibir la voluntad del Padre.