Cada vez que usted se descarría, peca y se rebela contra Dios es digno de muerte.
Porque la paga del pecado es la muerte. Pero Jesús cargo el pecado, las rebeliones y el descarrío de toda la humanidad para que ya no vivas en opresión.
Esto te incluye a ti y a mí. Debemos mirar al cordero inmolado que quita el pecado, como un cordero que fue sacrificado una sola vez y para siempre.
Y con solo sacrificio hizo santos y perfectos a todos los que creen en El.
Consumado es algo que se terminó y fue hecho con perfección, recuerde que Jesús es el cordero perfecto y sin mancha.
Indicando que si alguien se descarría o peca, ya Dios el Padre hizo provisión para el que se descarría pueda volver a los caminos del Señor y seguir siendo santo.
El diablo no sabía lo que le hacía a Jesús cuando lo latigaba, cuando le puso la corona de espinas, le enterró la lanza en el costado; el diablo no sabía lo que hacía cuando lo hizo que Cristo calgara aquella cruz rumbo al Gólgota.
Todo lo que el diablo le hizo a Jesús, luego el mismo Cristo se lo hizo al diablo, al pecado y al mundo.
Por eso nuestra pasión y nuestro amor por Jesús deben aumentar y cada vez que veamos a la cruz debemos amarlo más, porque él fue el que lo hizo todo y quien le cerró todas las puertas al diablo.
Juan 19:28 Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre… Después de esto, sabiendo Jesús que ya estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed. Y cuando hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entrego el espíritu.
Jesús dejo que le hicieran todas las cosas porque estaba escrito y una vez que su sangre fue derramada y sintió que ya no le quedaba vida en su cuerpo, dijo: Consumado es. Allí se selló la derrota del diablo, del infierno y de los demonios.
Indicando que el sacrificio de Jesús fue completamente perfecto y que debido a eso, no falta nada. Este sacrificio tiene toda provisión para todo lo que tú tienes y quieres. Solamente pon tu mirada en él, quien es el autor y consumador de la fe.
No hay forma en que podamos perder, ya que Cristo hizo con su muerte en la cruz, provisión para todo y para todas las cosas.
Por eso Jesús no nos quiere encerrados en la iglesia, sino que prediquemos al mundo y mostremos que amamos a Cristo y que El murió en una cruz para concedernos la victoria absoluta y para extinguir por completo el viejo hombre viciado.
Para así establecer un hombre y/o mujer nueva cargada de una vida plena en Cristo Jesús. Hay una vida mejor que la que el mundo y los demonios ofrecen. Y sobre todo hay esperanza para todo aquel que aún no conoce a Jesús.
Si caminamos en este rumbo seremos victoriosos en todas las cosas.
